24 septiembre, mañana de relax...

Pués este día no tenía muy claro donde ir porque ya había visitado bastante de Vancouver y desde que había llegado a Canadá no había parado, así que decidí tomarmelo un poco de relax y pasear tranquilamente por las calles, ir a la playa... hasta donde me diera tiempo a llegar, a la 1.30 me llamaría Nora que salía de trabajar y volvíamos a quedar.

Pasee por Robson St. la calle de compras por excelencia, estuve en Zara. La ropa aqui es igual de cara que en Madrid, no merece la pena comprar nada. Y las cosas son prácticamente las mismas que puedes encontrar allí.

Despúes de Robson St. fui callejeando hasta llegar a coger el barquito otra vez que me llevaría a Grandville Island para tomarme un café, descansar un poco y seguir paseando pero esta vez junto al agua. En Victoria y en Vancouver puedes andar pegado al agua por unos paseos que tienen hechos. Siempre hay gente corriendo, montano en bici o paseando al perro. Es genial, que suerte!

En los sitios con mejores vistas tienen puestos los bancos, donde sentarte a disfrutar de las vistas mientras descansas. Todos estos bancos están dedicados a gente. Cada uno a una persona o personas diferentes.

Disfruté un montón paseando por allí yo sola, pensando, escuchando música y

viendo aquellas vistas, el pacífico...